Las bebidas alcohólicas son productos de consumo popular en todo el mundo. Sin embargo, estas bebidas están sujetas a impuestos especiales en la mayoría de los países, que se recaudan en el momento de la importación, la fabricación o la primera entrega al canal de consumo.
Para facilitar el pago de estos impuestos y garantizar el control de las bebidas espirituosas, se han creado los depósitos fiscales.
¿Qué es un depósito fiscal?
Un depósito fiscal es un establecimiento autorizado por la Administración Pública para la custodia, almacenamiento y manipulación de bebidas alcohólicas en régimen suspensivo de impuestos especiales.
En otras palabras, que suena muy técnico, las bebidas alcohólicas que se encuentran en un depósito fiscal no están sujetas al pago de impuestos especiales hasta que se sacan del depósito para su venta o consumo.
¿Para qué se utiliza un depósito fiscal?
Los depósitos fiscales se utilizan para las siguientes actividades:
- Importación de bebidas alcohólicas: Las bebidas importadas pueden ingresar al territorio aduanero en régimen suspensivo de impuestos especiales, siempre que se depositen en un depósito fiscal autorizado.
- Fabricación de bebidas espirituosas: Las bebidas alcohólicas fabricadas pueden almacenarse en un depósito fiscal sin pagar impuestos especiales, hasta que se saquen del depósito para su consumo.
- Manipulación de bebidas alcohólicas: Las bebidas que se encuentran en un depósito fiscal pueden ser sometidas a procesos de manipulación, como el embotellamiento, el envasado o el etiquetado, sin pagar impuestos especiales hasta salir del depósito.
¿Cómo funciona un depósito fiscal?
El funcionamiento de un depósito fiscal es sencillo (que no su gestión) y cumple lo siguiente:
- Las bebidas alcohólicas se introducen y/o producen en el depósito fiscal.
- Las bebidas se almacenan en el depósito fiscal sin pagar impuestos especiales.
- Las bebidas espirituosas se sacan del depósito fiscal para su consumo.
En el momento de la salida del depósito fiscal, se liquidan los impuestos especiales correspondientes.
Requisitos para la autorización de un depósito fiscal
Para obtener la autorización para operar un depósito fiscal, las empresas deben cumplir los siguientes requisitos:
- Ser una empresa legalmente constituida.
- Tener un local adecuado para el almacenamiento y manipulación de bebidas espirituosas.
- Contar con la infraestructura y el equipo necesarios para el control y, en caso necesario, correcto etiquetado de las bebidas alcohólicas.
- Designar un responsable del depósito fiscal.
Ventajas de utilizar un depósito fiscal
La utilización de un depósito fiscal ofrece las siguientes ventajas:
- Reduce los costes de las empresas, ya que pueden aplazar el pago de los impuestos especiales hasta que las bebidas alcohólicas se sacan del depósito para su venta o consumo.
- Facilita el control de las bebidas espirituosas por parte de las autoridades, ya que las se encuentran en un depósito fiscal están bajo vigilancia constante con conexión a la Agencia Tributaria.
Los depósitos fiscales son una parte importante del sistema de control de las bebidas alcohólicas. Permiten a las empresas importar, fabricar y manipular estas bebidas sin pagar impuestos especiales hasta que se sacan del depósito para su consumo, lo cual es un respiro para importadores, distribuidores y productores que no tengan un pulmón financiero sólido.